Paul, el hombre de la foto, ha montado una oficina en la calle para hacer ofertas de amistad. Harto de hacer amigos virtuales a través de las redes sociales como Twitter o Facebook, donde basta pulsar un botón para hacerse seguidor o amigo de alguien, decidió montar un sistema de entrevistas en plena rue para todos aquellos candidatos que se muestren interesados en ser amigos suyos. Como si de una entrevista de trabajo se tratara, los aspirantes a su amistad deberán responder a sus preguntas y presentar un currículum vitae con todo su historial, donde se especifiquen sus estudios, su experiencia profesional, sus gustos y aficiones, etc… Todos los expedientes de los aspirantes los evaluará y posteriormente, decidirá cuales de ellos son los elegidos para ser sus amigos y se lo comunicará personalmente.
Inicialmente, establecerá una relación de amistad a prueba durante tres meses prorrogable hasta un año, a partir del cual, la amistad se haría fija por contrato aunque con clausula de rescisión en caso de incumplimiento. Las obligaciones del amigo o amigos elegidos, aparte de que se las expone en el curso de la entrevista, están también detalladas en el contrato. Hay que tener en cuenta de que Paul no se ofrece para ser amigo de nadie, sino que lo que hace es ofrecer la oportunidad de que aquellos que lo deseen puedan ser amigos suyos.
Podría parecer que no habría candidatos para ello, pero por lo visto, hay gente que necesita ser amigo de alguien, incluso aunque ese alguien no corresponda siendo amigo suyo. En esto se parece algo a las redes sociales, donde montones de gente se hacen seguidores o amigos de alguien sin que ese alguien corresponda del mismo modo. Hay gente en Twitter, por ejemplo, que sigue a cientos de personas y a él apenas le siguen unas docenas. Según parece, ha habido algunos que incluso se han ofrecido de esclavos, aunque como tal acepción, no se puede establecer una relación al estar prohibido por ley la esclavitud.
Podría parecer que no habría candidatos para ello, pero por lo visto, hay gente que necesita ser amigo de alguien, incluso aunque ese alguien no corresponda siendo amigo suyo. En esto se parece algo a las redes sociales, donde montones de gente se hacen seguidores o amigos de alguien sin que ese alguien corresponda del mismo modo. Hay gente en Twitter, por ejemplo, que sigue a cientos de personas y a él apenas le siguen unas docenas. Según parece, ha habido algunos que incluso se han ofrecido de esclavos, aunque como tal acepción, no se puede establecer una relación al estar prohibido por ley la esclavitud.
MIENTRASTANTO
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7 comentarios :
Está bastante mal de la pelota el pobre, en cuanto se enteren de lo del contrato salen por patas (y quién no)
Si ya hasta la amistad se lleva a un contrato, garzón y vámonos. Aunque da que pensar.
Saludos blogueros
Zorrete, en el caso que expones habría que montar el chiringo para revalidar viejas amistades. Ver si se renuevan o no, ja, ja.
Maribeluca, creo que la gracia está en buscar amigos incondicionales, o sea, capaces de firmar contrato.
Jose Antonio, te digo lo mismo que a Maribeluca.
Rebaño de cabras.
La gente está muy mal de la perola. Aunque si todos fuesen como este y sus "amigos", aún podríamos estar tranquilos.
Yo creo que esto es una consecuencia lógica de la deshumanización de las ciudades.
Pero si eso ya lo hace Paris Hilton en un programa de television
¿No dicen que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano, y sobran?
Vi una vez un programa de la tele en el que salían dos japoneses que llevaban años sin salir "amorraos" al ordenata, y solo pasaban 2 ó 3 años de los 20.
Menudo carrerón..
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