El científico australiano P. Vamplew logró publicar en la Revista Internacional de Tecnología de Computación Avanzada un artículo que se titula “sácame de tu jodida lista de correo”.
Vamplew
recibía correos electrónicos de esa revista de tecnología
invitándole a que remitiese algún artículo para publicar. Ellos lo publicarían pero cobrando un dinero por ello.
Harto de recibir tales correos decidió enviar un archivo PDF con ese título tan expeditivo ya mencionado a la Revista. El
artículo no decía realmente nada más apena salvo repetir esa misma
frase del título cientos de veces.
Aunque
esa revista internacional de tecnología aseguraba que los artículos
recibidos se revisaban para asegurar un mínimo de calidad, el
enviado por Vamplew fue publicado tal cual. Nuestro hombre se quedó perplejo. Había querido mandarles un mensaje, que le dejasen en paz y ellos publicaron el archivo sarcástico que les había remitido.
La
conclusión que muchos han sacado del asunto es que los artículos no
se revisan y que la revista publica lo que recibe siempre que paguen
por ello. Su función sería la de que algunas personas puedan
engorar su curriculum diciendo que tienen artículos publicados en
algo tan rimbombante como la Revista Internacional de Tecnología de
Computación Avanzada.
Veamos un trozo del artículo enviado para publicación. La Revista informó que se había publicado pero para su visualización debería pagar Vamplew el precio estipulado:
Veamos un trozo del artículo enviado para publicación. La Revista informó que se había publicado pero para su visualización debería pagar Vamplew el precio estipulado:
Juego de pícaros
Lo de las revistas que publican artículos científicos si pagas por ello y los investigadores que se prestan a ese juego forman parte de un juego de pícaros. Hay profesionales de vivir de las subvenciones para investigaciones que investigan poco o nada. O profesores que quieren adornar sus méritos con publicaciones en prensa científica. Y así, recurriendo a la picardía de los que publican lo que sea previo pago, consiguen figurar en un postureo conveniente para ellos. Y los que publican cualquier cosa si cobran hacen su negocio.
La idea
original no fue de Vamplew sino que pertenece a otros dos
investigadores que escribieron ese artículo en 2005 hartos de
recibir correo basura e invitaciones absurdas de participar en
eventos.
Como se sabe, el entrar en una relación de nombres a los que dirigir publicidad o promociones es una plaga. Antes era por correo físico de papel y ahora es vía informática. El problema se ha disparado con Internet. Abrir una bandeja de mensajes en el correo electrónico del ordenador suele ser terrorífico. Montones de gente están enviando todo tipo de anuncios y propuestas. La respuesta de estos dos profesores fue graciosa y contundente.
Como se sabe, el entrar en una relación de nombres a los que dirigir publicidad o promociones es una plaga. Antes era por correo físico de papel y ahora es vía informática. El problema se ha disparado con Internet. Abrir una bandeja de mensajes en el correo electrónico del ordenador suele ser terrorífico. Montones de gente están enviando todo tipo de anuncios y propuestas. La respuesta de estos dos profesores fue graciosa y contundente.
0 comentarios :
Publicar un comentario